‘‘EL MITO DE LA MODA SOSTENIBLE’’
En algún momento de nuestras vidas hemos querido estar a la moda o al menos
nos hemos interesado en lo que suelen usar nuestros actores, modelos,
influencers o profesionales favoritos. Pero la industria de la moda siempre ha
estado bajo la mira de sus consumidores ya que se cree que estas industrias no
le están aportando a la responsabilidad social.
Uno de los casos más alarmantes sucedió en Bangladesh, en el 2012, en el
que un edificio llamado ‘‘Rana Plaza’’ se derrumbó. En él había cinco talleres
de confección en el que la mayoría de trabajadores eran mujeres, quitándole la
vida a trescientas de ellas y dejando a otros mil heridos. Gracias a este
evento, se pudo revelar que estas personas trabajaban a diario para generar
moda rápida, la cual era remunerada míseramente.
Sumado a esto, la segunda industria más grande del mundo también ha sufrido
cuestionamientos por su sostenibilidad. A lo que las marcas y grandes tiendas
han respondido con iniciativas que hacen que la moda se alinee a este
equilibrio por el bien del planeta y los recursos del entorno. Aún así, hay
quienes sospechan e incluso se atreven a afirmar que la moda sostenible es
simplemente un mito.
Por otra parte, hay industrias como ‘‘Zara’’ que es considerada una de las
empresas de moda más rentables del mundo según algunos rankings, ya que también
asume compromisos con la sostenibilidad. y se ha propuesto como objetivo
fabricar su ropa con materiales 100% sostenibles para 2025. Sin embargo, puede
que ‘‘Zara’’ haya hecho grandes compromisos con los materiales, pero aún lanza
500 nuevos diseños cada semana, sumando más de 20,000 al año. Al fin y al cabo,
no valdría de nada su esfuerzo.
¿Por qué? Simplemente, porque una producción tan grande ejerce presión
sobre el medio ambiente sea de la forma que sea. Analicemos, para hacer una
sola camiseta se necesitan 594 galones de agua, tanto como una persona bebería
en dos años y medio. La industria en su conjunto utiliza 1,3 billones de
galones de agua al año solo para teñir telas. Y la cosa es que no solo está
consumiendo agua, sino que también la está contaminando.
Si bien estas marcas pueden parecer operar de manera sostenible en la
superficie, sus objetivos subyacentes siguen siendo los mismos: vender tanto
como sea posible a tantas personas como sea posible.
Palabras clave: Moda, industria, sostenibilidad, recursos, entorno.
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